La geoingeniería climática se refiere a intervenciones a gran escala en los ecosistemas de la Tierra para contrarrestar o mitigar rápidamente los efectos del cambio climático. Algunos ejemplos de geoingeniería climática incluyen la Gestión de la radiación solar, que implica reflejar más energía solar de vuelta al espacio para enfriar el planeta, a través de la creación de “espejos” o la modificación de elementos como el hielo o el agua para que reflejen más luz solar; o la Eliminación de dióxido de carbono, que consiste en eliminar el CO2 de la atmósfera a través de, por ejemplo, la creación de “bosques de árboles artificiales”.